Thursday, December 9, 2010

Flores engañosas

Las flores y los polinizadores forman parte de una maravillosa unión en la que ambos se benefician. Pero así como no todos los matrimonios son perfectos también hay algunas relaciones entre las flores y sus ayudantes en las que uno se aprovecha del otro.
Tal es el caso de muchas orquídeas que atraen a sus polinizadores con subterfugios, sin darles nada en pago. Por ejemplo la zapatilla de Venus, una hermosa orquídea que crece en el suelo en gran parte del Este de Estados Unidos, tiene una forma de atrapar temporariamente a insectos para obligarlos a que transporten polen de una flor a otra.

La for tiene una forma muy compleja que le permite realizar este engaño. Aquí vemos un corte del interior de la bolsa formada por el pétalo inferior de la orquídea. Una abeja es atraída por el aroma de la flor.


Se posa en el borde y fácilmente cae al interior. Las paredes interiores de la flor son muy resbalosas y la abeja se encuentra atrapada, no pudiendo salir por donde entró.


Por suerte para ella, la flor le ha proporcionado un túnel de salida con una escalerita de vellos que le permiten trepar. Además, una parte transparente al final del túnel deja pasar luz que le indica el camino. Tiene que esforzarse mucho porque el túnel es angosto, así que al pasar por las partes de la flor que llevan las bolsas de polen, llamadas polinias, éstas se adhieren al lomo de la abeja.


Finalmente consigue salir, llevando su nueva carga a cuestas. No tarda mucho en olvidarse de su mala experiencia y pronto está dispuesta a repetir su error en otra flor. Esta vez dejará su carga de polen en otra flor de la misma especie.


La flor se beneficia, en cambio el polinizador pasó unos momentos angustiosos y perdió un poco de tiempo. Por suerte éste es un engaño relativamente inocente. Hay muchos tipos de engaños. Algunas flores son muy crueles, capaces de matar a sus polinizadores sin escrúpulos o de hacerles desperdiciar sus huevos.

No comments:

Post a Comment