Monday, June 13, 2011

Cosechas y abejas

La abeja doméstica es considerada como el insecto más útil porque nos da rica miel y cera de múltiples aplicaciones. Pero su contribución más valiosa es la polinización. Son numerosos los cultivos que requieren sus servicios para poder dar frutos.

Un ejemplo dramático de la importancia de la polinización fue el caso, hace alrededor de cien años, de algunos productores de manzanas. Habían hecho grandes plantaciones de árboles de una sola variedad muy buena. Esto es posible gracias a los injertos; hilera tras hilera de árboles de la misma variedad, todos provenientes del mismo árbol o de árboles muy similares, crecían lozanos y se llenaban de flores una vez que se hicieron grande, pero no daban frutos.

Aclaremos que, en este caso, no fue por falta de las abejas en sí, las cuales frecuentaban las flores diligentemente, sino por la idiosincrasia misma de los manzanos que requieren fertilización cruzada. Todos estaban tan relacionados como si fueran un clon gigantesco. Por esto fallaba la polinización y no se producían frutos. Lo mismo ocurre con otros frutales de la misma familia del manzano, como los perales, durazneros, etc.

Hoy en día los horticultores conocen muy bien la necesidad de intercalar árboles de otra variedad y también se preocupan de colocar colmenas de abejas en sus huertas durante la floración. Incluso está calculado cuantas colmenas hacen falta por hectárea. También saben que las fumigaciones usadas para controlar distintas pestes son fatales para las abejas. Los que fumigan por avión tienen la obligación de notificar a los vecinos para que éstos tengan tiempo de sellar sus colmenas y no dejar salir a las abejas por varios días. Así y todo a veces ocurren accidentes que causan grandes estragos en los colmenares.

Además de la abeja doméstica o melífera hay muchas especies de abejorros y abejas silvestres que también polinizan a las flores de numerosos árboles frutales y plantas de verdura. En general su contribución es menor y en algunos casos insignificante; pero también hay casos en que el papel de las abejas silvestres es fundamental; por ejemplo: el tomate, pimiento, tabaco, muchos tipos de zapallos y calabazas y también, en América del Norte, varios tipos de bayas nativas de este continente. Todos éstos dependen de la labor de los polinizadores silvestres. La abeja doméstica no sabe como polinizar a las flores de dichas plantas. La alfalfa también es una cosecha que se beneficia de la presencia de abejorros y abejas silvestres.

Los polinizadores silvestres no tienen a nadie que les avise que deben quedarse en sus casas cuando los agricultores hacen uso de insecticidas y pueden sufrir terribles estragos en tales situaciones. Un caso de esta naturaleza ocurrió en Canadá hace varios años cuando la cosecha de arándanos o “blueberries” fue totalmente catastrófica. Las investigaciones demostraron que las fumigaciones para combatir al gusano del abeto en los bosques circundantes habían destruido a las poblaciones de abejas silvestres. Pasaron varios años antes que la producción de arándanos volviera a su volumen normal.

Wednesday, June 1, 2011

Abejas, abejitas, abejorros

Abeja doméstica

Cuando hablamos de abejas, en general nos referimos a la abeja doméstica o melífera y cuando mencionamos abejas silvestres también pensamos en abejas melíferas que se han escapado y viven libremente. Nos olvidamos de todos los miles de especies de abejas y abejorros verdaderamente silvestres que nunca han sido domesticados. Deberíamos tener en cuenta que la abeja doméstica llegó al continente americano traída por colonos europeos. Aquí no las había y por millones de años las funciones de polinización eran realizadas por todas estas otras especies sin ninguna ayuda de la abeja doméstica.
No cabe duda que la importancia económica de la abeja doméstica es enorme, no sólo por la miel y la cera sino también y con mayor razón por la polinización de numerosos cultivos; tampoco cabe duda que es un ser extraordinario, cuya vida social, habilidad arquitectónica, sistemas de comunicación y eficiencia en juntar néctar y polen nos llenan de admiración.

Pero así y todo debemos tener en cuenta que su llegada al continente americano posiblemente haya significado algo muy malo para mucha de la fauna polinizadora que se ha visto desplazada por este formidable competidor. Es posible que algunos polinizadores nativos se hayan extinguido o reducido a poblaciones mínimas a causa de la llegada de la abeja doméstica, pero no hay forma de comprobarlo a causa de tanta carencia de información.

Abejorro

En muchos casos las abejas y abejorros silvestres siguen desempeñando un importante papel de polinización y fertilización de plantas, especialmente cuando se trata de plantas oriundas de este continente. Por ejemplo las flores de la papa, el tomate, pimiento y muchas otras de la misma familia requieren servicios especializados que sólo los polinizadores nativos saben proveer, haciendo vibrar las anteras para que salga el polen; algo que la abeja doméstica nunca aprendió.
También algunos tipos de abejorros pueden trabajar durante condiciones climáticas demasiado duras para la abeja doméstica. Por todo esto debemos valorar a todas nuestras abejas nativas y protegerlas en lo posible. A veces los insecticidas causan estragos en esta fauna tan ignorada y desapercibida. Después los agricultores se preguntan por qué los árboles dieron tan poca fruta y no pueden ver la conexión entre una cosa y la otra.

Abeja silvestre

El mantenimiento de la flora natural, desde pequeñas florecillas silvestres hasta grandes árboles depende en gran medida de la salud de la fauna de polinizadores y debemos tomar conciencia de la necesidad de protegerlos contra el uso excesivo de insecticidas y la destrucción de habitats donde puedan tener sus nidos y criar a sus familias.

Sunday, May 22, 2011

Miel de camuatí (camoatí)

Las avispitas del género Polybia tienen algo muy especial: son capaces de producir miel, algo que es casi exclusividad de las abejas y ni siquiera de todas las abejas, sino de las que construyen colmenas, las abejas melíferas. Las otras avispas que producen miel son sus parientes las avispas Brachygastra. La gran mayoría de las avispas no almacenan miel. Atrapan insectos o arañas para alimentar a sus crías. Por eso es que es tan sorprendente que estas avispas hagan tal cosa.
Las avispas camuatí forman colonias de centenares o miles de obreras trabajando en común. Construyen nidos de cartón o papel, de color grisáceo que pueden llegar al tamaño de una pelota de fútbol y más todavía. El nombre en guaraní quiere decir algo así como avispas que viven amigablemente, lo cual me parece un nombre muy apropiado.
Hace muchos años tuve oportunidad de ver como un campesino sabía encontrarlas y seguirlas hasta encontrar su nido y luego extraía el panal rebosante de miel. Nos solía dar porciones y puedo asegurarles que es una miel muy sabrosa. Hay que morder pedazos de panal y escupir el cartón, pero no es una tarea desagradable considerando lo delicioso que es el contenido.
Visitan muchas flores en su búsqueda de néctar, así que sin duda son buenas polinizadoras de cierta plantas. Si mal no recuerdo a veces se podía reconocer el aroma a poleo o menta en su miel.
Sólo recientemente me he enterado de que desempeñan otras funciones importantes para el ecosistema en que viven; son parte de las cadenas alimenticias de varias maneras. Algunos de los insectos con los que alimentan a sus crías son pestes de los cultivos, en particular el gusano de las colzas; así que podríamos calificarlas de control biológico de plagas. Por otra parte, las avispas camuatí sirven de alimento a algunas aves, por ejemplo el pájaro carpintero blanco. Parece que éste prefiere a las hormigas que, sin duda, son más fáciles de cazar comparadas con las voladoras avispas, pero eso no impide que las avispas formen una parte significativa de su dieta. Supongo que no faltarán animales que codicien esa miel tan nutritiva y deliciosa pero aun no he encontrado cuales lo hacen.
Así es en la naturaleza, el alimento circula desde unos niveles a otros y esto hace posible una mayor biodiversidad.

Dieta de Melanerpes candidus, carpintero blanco (Aves: Picidae) en el valle de inundación del Río Paraná, Argentina

La “polilla de las coles” Principal plaga de la colza en el sur de Santa Fe


Contenido Polínico en Nidos de Polybia scutellaris

Tuesday, May 3, 2011

Chocolate y mosquitas


Las flores del cacao son muy peculiares. En vez de ser vistosas y estar colocadas en lugares bien visibles, crecen del tronco del árbol o de sus ramas más bajas. Son pequeñas, blancas y miran hacia abajo.
Todo esto las haría poco atractivas para los polinizadores más comunes que prefieren flores más expuestas y de colores amarillos o azules y con las corolas hacia arriba.
Lo que pasa es que el cacao tiene unos polinizadores igualmente peculiares. Se trata de pequeñas mosquitas que suelen pasar la mayor parte del tiempo cerca del suelo. Depositan sus huevos en la hojarasca húmeda, bajo los árboles y allí se crían sus larvas. Por eso les resulta fácil encontrar estas flores que otros insectos fácilmente pasan por alto.
En resumen, que si no fuera por las humildes mosquitas no tendríamos ese maravilloso manjar llamado chocolate.